No, no es posible transitar, entrar o salir de varias áreas entre Gracias a Dios y Olancho, y mucho menos por la llamada narcocarretera, ya que sería peligroso debido al control que ejercen el crimen organizado y el narcotráfico.
Foto: laprensahn
Luis Solís, director del Instituto de Conservación Forestal (ICF), informó que el crimen organizado y los narcotraficantes tienen el control de varias carreteras en Gracias a Dios y solo se puede transitar con su autorización. Según el funcionario, los empleados del ICF que protegen las áreas forestales son intimidados por los narcotraficantes.
“Hay informes de los técnicos que trabajan en el área (Gracias a Dios), que están sometidos a amenazas constantes (…) Hay áreas donde se necesita pedir permiso para transitar porque están bajo el control del crimen organizado”, admitió Solís. Añadió que “allí te encuentras con barreras, portones, donde no puedes transitar porque hay un control territorial del crimen organizado”.
Solís solo reveló una pequeña parte de la verdadera situación que se vive en esa región del país, donde además se supo que no hay presencia policial y ni siquiera los propios policías se atreven a entrar en áreas controladas por los narcotraficantes y el crimen organizado.
Estas áreas controladas se extienden desde Dulce Nombre de Culmí, Olancho, hasta el departamento de Gracias a Dios.
Otro problema es la llamada narcocarretera, que va desde Patuca hasta La Mosquitia. Esta área sigue abierta y Solís pidió a la Fiscalía y a la Corte Suprema de Justicia que aceleren la autorización para eliminarla.
“Todo este desastre en la zona de La Mosquitia es una herencia de la narcodictadura que se estableció y arraigó con control territorial después del golpe de estado”, declaró. Aseguró que el expresidente “Juan Orlando Hernández convirtió los bosques de La Mosquitia en un paraíso de cocaína”.
Lo que es cierto es que los habitantes de la zona viven en constante temor debido al crimen organizado y al narcotráfico en la zona.
Juan Manuel Aguilar Godoy, director de la Policía Nacional, declaró ayer en Frente a Frente una versión diferente a lo denunciado por Luis Solís. Dijo que los permisos existen, pero son de propiedad privada, por lo que para transitar es necesario solicitar acceso.
En 2022, Lucky Medina, ministro de la Serna, afirmó que la “narcocarretera” iba a ser destruida; sin embargo, el asesor presidencial Manuel Zelaya Rosales se opuso a dicha petición.
Mientras tanto, Luis Solís, para mitigar esta situación, explicó en su cuenta X que se detuvo la construcción y ramificaciones de más carreteras. Además, se logró la cancelación de siete planes de manejo donde se pretendía explotar cerca de 400,000 hectáreas de bosque y la cancelación de cinco aserraderos.
Diario La Prensa en años anteriores recorrió estas zonas y se encontró con vehículos abandonados acribillados a balazos y una población asustada.