A los 93 minutos, cuando el derbi parecía llegar a su fin con el Real Madrid resguardando su ventaja en La Liga y el Atlético de Madrid volcándose en busca de un último esfuerzo, un nuevo cabezazo, aprovechando la falta de estatura en la defensa madridista, resultó en el empate con el gol de Marcos Llorente, neutralizando la destacada actuación de Brahim y manteniendo así la emoción en la lucha por el campeonato.
Foto: EFE
El Real Madrid estaba a punto de dar un paso gigante hacia el título, con seis triunfos consecutivos, basados en la solidez grupal que se desmoronó en la última jugada. Fue el castigo por la ausencia de centrales y la recompensa a la fe del Atlético de Madrid, que nunca se rindió y no priorizó la Copa del Rey, con cambios estratégicos clave desde el banquillo de Diego Simeone. En cambio, los cambios de Carlo Ancelotti tuvieron un efecto contrario.
Simeone ha sido el único entrenador que ha logrado encontrar la fórmula para vencer al Real Madrid en esta temporada, evidenciando sus debilidades en el derbi liguero del Metropolitano y eliminándolo de la Copa del Rey. En el Santiago Bernabéu, firmó un empate ajustando su formación con una línea defensiva de cinco, que resultó vulnerable a pesar de la ausencia de jugadores altos en el área madridista.
La fortaleza que había sido clave para el éxito de Simeone, pero que se desmoronó en diversas ocasiones a lo largo de la temporada, situó al Atlético al borde del abismo, llegando a estar a trece puntos del líder en algunos momentos. Sin embargo, en su última oportunidad, el Atlético aprovechó su superioridad en el juego aéreo, especialmente en balones parados, para plantear una remontada.
El partido marcó el cumplimiento de 400 partidos de Carvajal con el Real Madrid, celebrado desde una posición inusual como central debido a la falta de jugadores en esa posición. A pesar de los contratiempos, Brahim se destacó como un héroe inesperado, generando desequilibrio y conectando eficazmente con Rodrygo y Bellingham.
El Atlético, a pesar de su carencia defensiva y permisividad en los últimos metros, logró empatar gracias a un regalo del Real Madrid. Saúl desvió un pase, habilitando a Lucas Vázquez, y luego Koke, en su intento de despeje, dejó el gol servido a Brahim, quien no perdonó frente a un Oblak superado.
El Real Madrid, que defendió y apostó por el contragolpe, tuvo oportunidades adicionales, pero Rodrygo perdonó la más clara, y Oblak mantuvo al Atlético en la pelea con una parada crucial. Finalmente, en un último esfuerzo, el Atlético de Madrid logró el empate con el cabezazo de Marcos Llorente, manteniendo viva la emocionante disputa por La Liga.
