La región sur de California está siendo fuertemente impactada por una tormenta que ha provocado más de 24 horas continuas de lluvias. En el norte, las ráfagas violentas de viento resultaron en la muerte de al menos tres personas debido a la caída de árboles. El gobernador Gavin Newsom ha declarado el estado de emergencia para ocho condados de California, destacando la gravedad y peligro potencialmente mortal de la tormenta.
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En Los Ángeles, las inundaciones han provocado cortes de carreteras y deslizamientos de tierra, llevando a órdenes de evacuación en las colinas de Hollywood y Santa Mónica. Imágenes de la zona adinerada muestran vehículos sepultados y el deslizamiento de una casa. El Departamento de Bomberos de Los Ángeles ha registrado 130 inundaciones y 39 flujos de escombros, anticipando más si continúa la lluvia.
Las lluvias históricas han afectado significativamente a Los Ángeles, marcando el décimo día más lluvioso desde 1877 en una parte del condado, con más de 25 centímetros de lluvia en 24 horas. La alcaldesa Karen Bass ha instado a la población a mantenerse segura y fuera de las carreteras, destacando la severidad de la tormenta.
La tormenta, con ráfagas superiores a 96 km/h, se debe a un «río atmosférico» del fenómeno «Pineapple Express», un extenso corredor de lluvia alimentado por vapor de agua de los trópicos alrededor de Hawái. El Servicio Meteorológico Nacional advierte sobre inundaciones repentinas que amenazan la vida y prevé más lluvias hasta el martes.
La emergencia ha dejado a más de 400,000 usuarios sin electricidad y ha afectado los vuelos en el aeropuerto de Los Ángeles. Este evento climático sigue al invierno anormalmente húmedo del año pasado en la costa oeste de Estados Unidos, subrayando las preocupaciones sobre la frecuencia de fenómenos extremos vinculados al cambio climático.