Con profunda aflicción y un clamor por justicia, don Nahúm, padre de Kenito Montoya, exige a las autoridades que hagan su trabajo tras el asesinato de su hijo a manos de su excuñado en Pensilvania, Estados Unidos.
Foto: tunota
La madrugada del 4 de febrero, Jacob Menjívar irrumpió violentamente en la vivienda de su expareja, ubicada en Upper Darby, donde Kenito, de 24 años, intervino para defender a su hermana. Sin embargo, Menjívar, sin mediar palabra, le disparó en la cabeza, causándole la muerte la noche siguiente.
Don Nahúm recuerda a su hijo con gran cariño, describiéndolo como un hombre sencillo, humilde, social, amable, respetuoso y siempre dispuesto a ayudar a los demás. Un héroe que no dudó en defender a su hermana, víctima de violencia doméstica, que no se atrevía a denunciar por temor a represalias.
La familia de Kenito exige a las autoridades que capturen a Jacob Menjívar, a quien consideran un individuo peligroso, y que este crimen no quede impune. Don Nahúm implora: «Que esto no se quede en la impunidad para evitar que otras familias inocentes pasen por esto mismo».
Para poder darle sepultura a Kenito en su tierra natal, Honduras, la familia ha iniciado una campaña de recaudación de fondos en GoFundMe (AQUÍ PUEDE AYUDAR) y también han dispuesto una cuenta de Zelle para donaciones: Nitza Henríquez 2677682955.
La muerte de Kenito deja un vacío irreparable en su familia y amigos. Su partida deja un legado de bondad, solidaridad y valentía. La comunidad se une en oración por su eterno descanso y exige justicia para que este crimen no quede impune.
Es importante compartir este caso para generar conciencia sobre la violencia doméstica y la necesidad de denunciar cualquier tipo de abuso. La muerte de Kenito es un llamado a la acción para prevenir futuras tragedias y proteger a las víctimas de violencia.