Hondureños en Japón diseñan satélite artificial

Este ambicioso proyecto se materializará gracias al esfuerzo conjunto de expertos de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), el respaldo de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (Jaxa) y el destacado trabajo de dos estudiantes hondureños en Japón.


El próximo año marcará un hito histórico para Honduras en la carrera espacial con el lanzamiento del satélite Morazán, el primer dispositivo espacial hondureño.

Reynel Galindo y Wenceslao Bejarano, estudiantes de posgrado en el Instituto de Tecnología de Kyushu (Kyutech) en Kitakyushu, Japón, desempeñan roles cruciales en este proyecto pionero.

Galindo, graduado de Ingeniería Eléctrica Industrial y Mecánica Industrial en la Unah, lidera las pruebas para certificar la preparación del satélite, asegurando su funcionalidad en condiciones extremas. Bejarano, quien ingresó recientemente a Kyutech, se enfoca en el diseño físico de la estructura del satélite.

Ambos estudiantes comparten la visión de llevar los conocimientos adquiridos en Japón de vuelta a Honduras, aspirando a desarrollar instituciones que permitan a los jóvenes cumplir sus sueños espaciales. Según Mengu Cho, profesor de Kyutech, al finalizar sus estudios, Galindo y Bejarano podrán aplicar sus habilidades en Honduras, convirtiéndose en activos para el instituto y contribuyendo al desarrollo de proyectos aeroespaciales en el país.

El satélite Morazán, un proyecto colaborativo con universidades de Guatemala y Costa Rica, se espera que esté en órbita a finales de 2025. Se trata de un CubeSat de 10x10x10 centímetros, diseñado para la comunicación en lugares remotos.

Sus misiones incluirán la alerta temprana de inundaciones en zonas vulnerables de Costa Rica, Guatemala y Honduras, específicamente en la cuenca del río Ulúa.

Una vez aprobado, el satélite será entregado a Jaxa, quienes lo enviarán a la Estación Internacional Espacial y lo lanzarán a la órbita desde el Módulo de Experimentos Japonés, denominado Kibo, utilizando un brazo mecánico.

Este proyecto no solo representa un logro tecnológico para Honduras, sino que también contribuirá a la prevención de desastres naturales y sentará las bases para futuros lanzamientos espaciales del país.