Las autoridades hondureñas capturaron el sábado a una presunta integrante de pandillas salvadoreñas, acusada en su país por múltiples delitos, incluyendo terrorismo, agrupación ilícita y extorsión continuada, según información oficial.
La detenida, identificada como Sandra Yanira Alvarado, alias ‘La gorda’, fue arrestada en la Isla San Carlos, en el golfo de Fonseca, en una operación llevada a cabo por la Policía Militar de Orden Público (PMOP).
La mujer, de 30 años, fue aprehendida por personal de la Policía Militar y la Fuerza Naval tras una exhaustiva labor de vigilancia y seguimiento. Se presume que Alvarado es miembro de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13) y tiene una alerta roja migratoria y una orden de captura en El Salvador por diversos delitos graves.
De acuerdo con la información proporcionada por la Policía Militar de Honduras, Alvarado ha sido parte del grupo Unionenses Locos Salvatruchos (ULS) de la MS-13 durante una década, operando en el cobro de extorsiones y asesinatos por encargo en la región de La Unión, El Salvador. En su país, ocupaba el cargo de «antena», encargada de recolectar los fondos provenientes de las extorsiones.
Las autoridades hondureñas trasladaron a Alvarado al punto fronterizo de El Amatillo, donde fue entregada a las autoridades salvadoreñas y a Interpol. La detenida había ingresado ilegalmente a Honduras, huyendo del régimen de excepción establecido en marzo de 2022 por el Gobierno del presidente Nayib Bukele.
Desde finales de 2022, cientos de efectivos de la Policía Militar han reforzado la seguridad en las fronteras de Honduras para evitar la entrada de delincuentes, especialmente pandilleros, después de que el Gobierno declarara una guerra contra la extorsión. Las pandillas, conocidas como «maras», ejercen control en algunos barrios de Honduras mediante el asesinato, la extorsión y otras prácticas delictivas, siendo las más destacadas la MS-13 y Barrio 18.