A pesar de su dedicación al trabajo a tiempo completo en relaciones humanas y al cuidado de sus hijos Chase, de 6 años, y Millie, de 3, Anne Helmes experimenta un profundo sentido de aislamiento y soledad.
«Trabajo desde casa, y cuando estoy en videoconferencias o llamadas con nuestros empleados, estoy completamente enfocada en el trabajo en cuestión. No hay mucho espacio para interacciones personales como ‘¿Cómo estás? ¿Cómo está tu familia?'», compartió Helmes, de 36 años, residente en Powell, Ohio.
Aunque trabajar desde casa tiene sus ventajas evidentes, como evitar los tediosos viajes y pasar más tiempo con su familia, hay días en los que la única compañía de Helmes es su perro.
Según una nueva encuesta del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio en Columbus, la experiencia de Helmes no es única. El 66% de los 1,005 padres encuestados admitieron sentirse a menudo solos y aislados debido a las demandas de la paternidad. Además, casi el 40% señaló la falta de apoyo en su papel como padres.
«Como madre de cuatro hijos, mi vida es extremadamente ocupada. Sin embargo, estar ocupada no satisface la necesidad de amistad y conexiones significativas con personas que comparten intereses similares», comentó Kate Gawlik, profesora clínica asociada de la Facultad de Enfermería de la Universidad Estatal de Ohio en Columbus, quien lideró la investigación.
El agotamiento también es un tema prominente entre los padres encuestados, con el 62% expresando sentirse abrumados por las responsabilidades parentales. Kacey Cardwell, terapeuta familiar y matrimonial, explicó que la soledad y el agotamiento suelen ir de la mano, ya que los padres pueden sentir que no tienen tiempo ni energía para atender sus propias necesidades.
Para muchos padres, la pandemia ha intensificado estos sentimientos, como en el caso de Helmes, quien estuvo embarazada durante el inicio de la crisis sanitaria. La pérdida del trabajo de su esposo y el cierre de la guardería de su hijo solo aumentaron la presión y el aislamiento.
Es esencial que los padres encuentren formas de conectarse con otros padres para contrarrestar estos sentimientos. «Todos hemos experimentado la sensación de estar rodeados de personas pero sentirnos solos. Lo mismo ocurre en la crianza de los hijos», señaló Gawlik.
Helmes encontró apoyo al unirse a un grupo de crianza positiva dirigido por Gawlik, donde pudo compartir experiencias y recibir validación de sus luchas como madre.
En conclusión, la crianza de los hijos puede ser una tarea solitaria y abrumadora, pero buscar conexiones con otros padres puede ofrecer un alivio significativo y fortalecer la resiliencia parental.