Con la llegada del verano en Honduras, las altas temperaturas ya se hacen sentir, afectando a los catrachos con fuertes calores, lo que puede tener repercusiones en su salud.
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El golpe de calor es una preocupación común cuando los termómetros suben, manifestándose a través de síntomas como mareos, sudoración excesiva seguida de falta de sudor, enrojecimiento y sequedad de la piel, fiebre, comportamiento inadecuado, aceleración del ritmo cardíaco, dolor de cabeza y ataques con convulsiones.
Es importante estar alerta a los signos de alarma, como piel caliente y seca pero no sudorosa, confusión, vómitos frecuentes, falta de aire o dificultad para respirar.
En caso de presentarse síntomas de golpe de calor, es crucial trasladar a la persona a un lugar fresco y tratar de bajar su temperatura con tela húmeda o hielo en axilas o ingles. En casos graves, se debe acudir de inmediato a urgencias.
El golpe de calor afecta especialmente a adultos mayores, niños menores de 6 años y personas que viajan de lugares fríos a países más cálidos.
También están más vulnerables aquellos con sobrepeso, deshidratación, problemas en las glándulas sudoríparas, enfermedades cardíacas o bajo tratamiento médico, así como quienes consumen alcohol o usan demasiada ropa.
Para prevenir daños por calor, se recomienda evitar la exposición directa al sol, permanecer en la sombra, mantenerse hidratado, consumir alimentos bien cocidos, usar ropa ligera y de colores claros, evitar el trabajo físico intenso y prolongado, y bañarse frecuentemente.
Además, es importante seguir las recomendaciones del médico, evitar la automedicación y estar alerta a los pronósticos de temperaturas elevadas emitidos por las autoridades pertinentes.
