“Steamboat Willie”, la icónica animación de 1928 que introdujo a Mickey Mouse, verá sus derechos de autor expirar después de 95 años, el 1 de enero, de acuerdo con las leyes estadounidenses. Este evento es de gran importancia para todos en la industria del entretenimiento, incluyendo a Disney, que en el pasado ha luchado por extender la duración de los derechos de autor.
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Jennifer Jenkins, directora del Centro Duke para el Estudio del Dominio Público, describe este momento como profundamente simbólico y muy esperado. A partir de ahora, cualquiera podrá copiar, compartir, reutilizar y adaptar “Steamboat Willie” y “Plane Crazy”, otra animación de Disney de 1928, así como las primeras versiones de los personajes que aparecen en ellas, incluyendo a Mickey y Minnie.
Sin embargo, hay una advertencia importante: las versiones posteriores de los personajes, como las de la película “Fantasía” de 1940, no son de dominio público y no pueden ser copiadas sin enfrentarse a los abogados de Disney. A pesar de esto, los artistas tendrán la libertad de crear nuevas interpretaciones de “Steamboat Willie”, inspirándose en otros personajes cuyos derechos de autor han expirado recientemente, como Sherlock Holmes y Winnie-the-Pooh.
Disney ha declarado que seguirá protegiendo sus derechos sobre las versiones más modernas de Mickey Mouse y otras obras que aún están protegidas por derechos de autor. La versión de Mickey en “Steamboat Willie” es bastante diferente a la que conocen las generaciones actuales, y Disney probablemente tomará medidas legales contra aquellos que intenten utilizar elementos más recientes del personaje, como sus pantalones cortos rojos o sus guantes blancos.
Además, aunque los derechos de autor han expirado, la marca comercial no lo ha hecho. Los derechos de autor protegen la obra creativa, mientras que las marcas registradas protegen la fuente de una obra. Disney trabajará para protegerse contra el uso no autorizado de Mickey y otros personajes icónicos.
A pesar de estos desafíos, algunos expertos, como Jenkins, son optimistas sobre las libertades que ofrece el dominio público. Según ella, la Corte Suprema ha dejado claro que los derechos de marca registrada no pueden ser utilizados para eludir las libertades que permite la expiración de los derechos de autor.