El papa Francisco advirtió sobre la amenaza actual a la paz en diversos lugares del mundo, subrayando que no es responsabilidad de unos pocos, sino de toda la humanidad. En su mensaje tras el rezo del ángelus dominical en la plaza de San Pedro, invitó a la oración por la paz y enfatizó la importancia de la colaboración de todos para construirla mediante gestos de compasión y valentía.
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Durante sus apariciones públicas, el Papa también instó a rezar por aquellos que sufren a causa de la guerra, especialmente en Ucrania, Palestina e Israel.
Además, recordó la celebración del Año Nuevo Lunar el 10 de febrero en Asia Oriental y en diversas partes del mundo, deseando que esta festividad sea una oportunidad para cultivar relaciones afectuosas y manejar tensiones en pos de una sociedad solidaria y fraterna, donde cada individuo sea reconocido y acogido en su dignidad inalienable.
