Están introduciendo tusi y éxtasis en las grandes fiestas de San Pedro Sula

Los eventos de música electrónica, discotecas y otros lugares nocturnos son los principales lugares donde se realiza esta actividad. Los estudiantes de Medicina e Ingeniería son los que más consumen.

Foto: laprensahn

En San Pedro Sula, Honduras, a lo largo de la historia, la cocaína y la marihuana han sido las drogas ilegales preferidas por jóvenes y adultos. Sin embargo, en los últimos años, otras drogas han surgido con fuerza en el mercado local, convirtiéndose en una tendencia peligrosa.

Una de estas drogas es el MDMA, también conocido como éxtasis en la calle. Esta droga provoca euforia, energía, excitación e intensifica las experiencias. Se consume comúnmente en tabletas que contienen metanfetamina, el anestésico ketamina y cafeína. La práctica habitual es tomar dos tabletas, una al principio y otra cuando el efecto de la primera disminuye. También se le llama “droga del amor” debido a su capacidad para facilitar la empatía, la sociabilidad, la cercanía y el contacto interpersonal.

Otra sustancia que ha ganado popularidad en los últimos ocho meses es el tusi o cocaína rosada. Su composición provoca efectos alucinógenos y una sensación de euforia. Es especialmente peligrosa debido a su potencial adictivo, con efectos que duran entre cuatro y ocho horas. A medio plazo, su consumo puede provocar episodios de pánico, ataques de ansiedad, depresión, alteraciones emocionales y despersonalización.

A medida que pasan los años y las generaciones evolucionan, el consumo se vuelve más fuerte, pero los precios de los alucinógenos apenas han cambiado. La Unidad de Investigación de LA PRENSA Premium realizó investigaciones entre vendedores, distribuidores y consumidores de drogas en la ciudad para determinar los precios promedio actuales en el mercado local.

Por ejemplo, un gramo de cocaína oscila entre 100 y 500 lempiras, y la presentación comúnmente vendida como gramo, en realidad contiene menos, complementándose con la llamada “punta”, que tiene un costo adicional de alrededor de 100 lempiras.

En el caso de la marihuana, el precio varía según la calidad; es decir, una onza de marihuana tipo A cuesta unos 4,000 lempiras y quienes acceden frecuentemente son personas de clase social alta, mientras que una media onza tipo B oscila en 900 lempiras, con altas posibilidades para personas de estatus medio o bajo. Específicamente, el tusi cuesta 500 lempiras y si se quiere un gramo, como sucede en la mayoría de compras que se hacen, puede llegar a costar 1,500 lempiras. Esta droga, proveniente de Colombia y alterada con cocaína y fentanilo, atraviesa Centroamérica antes de llegar al mercado local.

El consumo masivo de éxtasis y tusi se ha vuelto común en eventos de música electrónica nocturnos, conocidos como “musicones”, que se realizan habitualmente en salones de restaurantes y hoteles o casas privadas. En estos lugares, el consumo es notoriamente abierto y sin control, el uso de drogas no depende únicamente del consumidor, muchas veces no es algo planeado, se da espontáneamente y es por la facilidad de encontrarlas y comprarlas.

El jefe de la Unidad Contra Estructuras Criminales de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) en San Pedro Sula, (quien pidió no se precisara su nombre), aseguró que “hemos hecho inspecciones y registros en bares, discotecas y en otros sitios donde se realizan este tipo de eventos para encontrar algún tipo de droga o pandilleros que participen, incluso hemos tenido infiltrados en el sector”.

El oficial detalló que, aunque penetrar estos espacios privados resulta difícil por los niveles de control, “no es imposible, solo hay que buscar estrategias, y podemos decir que hoy por hoy tenemos gente vigilando adentro”.