Jeovany Antonio Mondragón Najar, un hombre identificado, ha sido sentenciado a 77 años de cárcel por los crímenes de violación agravada y creación y producción de pornografía infantil contra tres menores. Además de la sentencia, se le prohibió a Mondragón residir y acercarse a las víctimas por el doble del tiempo de la pena de prisión, así como se le impuso una libertad vigilada de 10 años.
Foto: laprensahn
Lorena Cálix, portavoz del Ministerio Público, anunció que Mondragón Nájar será incluido en el registro de agresores sexuales y ha sido castigado con la inhabilitación absoluta, la suspensión de la ciudadanía, la responsabilidad civil y la confiscación de algunas pruebas materiales. Se detalló desde el Ministerio Público que Mondragón, quien es sordomudo, trabajaba en un lavado de autos cerca del bulevar Morazán en Tegucigalpa.
Mondragón Najar se acercaba a los niños con juguetes y ofrecía su “amistad” a los menores que estaban en la calle pidiendo o realizando trabajos callejeros. Una vez que Mondragón ganaba la confianza de los niños, los intimidaba hasta llevar a cabo los abusos sexuales, que eran grabados, según el ente acusador estatal.
La sentencia contra Mondragón se dictó después de un acuerdo de estricta conformidad (el individuo admitió su culpa). Debido a su condición, se utilizó un intérprete para garantizar el respeto de los derechos tanto del acusado como de las víctimas. La Fiscalía Especial de Protección a la Niñez presentó una gran cantidad de pruebas, incluyendo testimonios, documentos, pruebas periciales y científicas, en colaboración con la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y la Dirección de Medicina Forense, lo que resultó en la condena.