El proyecto de modernización en el Distrito Central, que incluye pagos completamente electrónicos y mejoras en el tráfico vehicular, ya está en marcha según los líderes del sector transporte entrevistados.
(Foto: Andro Rodríguez/EL HERALDO)
Wilmer Cálix, líder del rubro, anunció el inicio de una prueba completa en 83 unidades, integrando tanto los nuevos autobuses como los existentes, con un nuevo sistema de cobro electrónico. «La gente podrá recargar y utilizar este método a través de una aplicación proporcionada por la empresa proveedora, que permite la recarga mediante teléfono y códigos QR», reveló.
La ruta piloto se mantendrá en el anillo periférico-UNAH-Sosa-Ulloa y UTH, con la meta de expandir esta tecnología a las más de 35 rutas en el municipio a medida que avancen.
Se estima que unas 350 nuevas unidades podrían ser parte de la flota de transporte urbano en el Distrito Central en un plazo de dos años, mientras que las unidades en mejores condiciones seguirán en circulación, equipadas con cámaras y sistemas de cobro electrónico.
Los entrevistados sugieren que con un servicio ordenado y colaborativo entre el gobierno local, central y los transportistas, la movilidad vehicular podría mejorar hasta en un 30%. Esto se lograría mediante horarios de trabajo para los conductores, lo que eliminaría la presión de las tarifas y proporcionaría un salario fijo.
Además, se espera que la preferencia por un transporte eficiente atraiga a más usuarios hacia los autobuses modernos y seguros, reduciendo así la cantidad de automóviles en las calles.
Los dirigentes del transporte también solicitan el apoyo gubernamental para la implementación de carriles exclusivos y la segmentación de rutas según el tamaño de las unidades.
En cuanto al costo para los usuarios, se asegura que se mantendrá sin aumentos, siempre y cuando se continúen entregando los subsidios.
Ramón Ochoa, gerente del Sistema Integrado del Transporte Público del Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT), aclara que la renovación de unidades depende de la ley, que establece que las unidades deben renovarse cada 10 a 15 años. Además, se espera que la entrega de subsidios, aunque con una demora habitual, no se vea afectada.