«Ojo, mucho ojo, no puedo hablar ahorita» fue el último mensaje que envió Marco Ramírez, ingeniero industrial, acompañado de su ubicación. Lamentablemente, su cuerpo fue encontrado anteayer en un cañaveral de la aldea Manacal, en Potrerillos.
Ramírez, después de perder su empleo, se dedicó a trabajar como taxista. Su esposa no pudo ver el mensaje a tiempo, ya que estaba trabajando en ese momento, según relataron los familiares.
Los familiares creen que el motivo del crimen fue el robo de su vehículo, una camioneta Ford Escape de color gris oscuro, la cual no ha sido encontrada. Además, también desapareció su teléfono celular.
Comentaron que Ramírez había empezado a trabajar como conductor VIP en enero, luego de perder su anterior empleo ejecutivo. «Era ingeniero industrial, pero en la empresa le dijeron que ya no iban a contar con él», explicaron, destacando que había tenido una carrera prometedora antes de la desafortunada pérdida de su trabajo.
La tragedia ha dejado a su familia sumida en el dolor y la incertidumbre, buscando respuestas y justicia para Marco. La comunidad también está conmocionada por el suceso, recordando a Ramírez como un hombre trabajador y dedicado que hacía todo lo posible por mantener a su familia.
El caso ha llamado la atención de las autoridades, quienes están investigando para dar con los responsables del crimen. Los allegados esperan que se haga justicia y se recupere el vehículo robado, lo cual podría aportar pistas clave para resolver el caso.
Marco Ramírez será recordado no solo por su profesión y dedicación al trabajo, sino también por su trágica e inesperada partida, que ha dejado un vacío en sus seres queridos y la comunidad en general.