El Real Madrid logró una victoria en su partido contra la UD Las Palmas (1-2), mostrando una fuerte reacción en la segunda mitad después de recibir un gol del equipo local. Esta victoria, similar a la que tuvieron la semana anterior contra el Almería, les otorgó tres puntos cruciales en su competencia con el Girona por el primer lugar de LaLiga EA Sports.
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El Madrid necesitó un golpe de realidad en forma de gol para salir de su estado de inactividad y responder en la segunda mitad. Los cambios realizados por Ancelotti mejoraron el rendimiento del equipo, permitiéndoles presionar intensamente, robar el balón en el campo contrario, dominar al equipo canario y finalmente lograr la victoria con los goles de Vinícius Junior y Aurélien Tchouaméni.
El Madrid esperaba un tipo de partido, pero se encontró con algunas sorpresas por parte de su rival. Pimienta, el entrenador local, tenía un as bajo la manga con un jugador que había salido de La Fábrica del Madrid, el lateral Mavin Park. Lo colocó como lateral derecho con dos objetivos: competir en velocidad con Vinicius y avanzar en ataque, lo que también exigía a Vinicius en tareas defensivas que no siempre cumplía.
El equipo de Ancelotti logró quitarle el balón a Las Palmas, lo que en ocasiones obligó a los locales a defender más atrás de lo habitual. Esto llevó a los blancos a realizar ataques posicionales, con Rodrygo, Brahim y Vinícius moviéndose constantemente en ataque, pero sin encontrar brechas.
El primer susto del partido lo tuvo el Madrid en el minuto 3, tras un centro de Marvin Park que Nacho no pudo despejar. El disparo venenoso posterior de Moleiro fue rechazado por Rüdiger, evitando el peligro.
El Madrid amenazó principalmente a balón parado, donde parecía ser superior, pero sin precisión ni dirección en sus remates. Rüdiger intentó un cabezazo que se desvió; luego Toni Kross lo intentó directamente, pero Valles no tuvo problemas.
El lateral local Sergi Cardona fue protagonista en dos acciones. La primera en el minuto 31, en una caída ante Dani Ceballos que el VAR no consideró penalti, y poco después culminó un contraataque con un disparo cruzado por encima del travesaño. Un disparo raso y lejano de Vinicius se envenenó y pasó cerca del palo derecho de Valles en el minuto 41, en la última opción de los blancos tras una primera parte de ritmo bajo.
Tras el descanso, con solo un minuto transcurrido, Lunin tuvo que esforzarse para detener un disparo raso de Munir. Las Palmas, con su fútbol parsimonioso habitual, buscaba atraer a su rival, invitando al Madrid a presionar, para sorprender al espacio, y así se originó ese primer aviso.
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La segunda aproximación de Las Palmas tuvo recompensa: Sandro ganó un balón a Nacho de espuela, Kirian se la envió al espacio, donde el exbarcelonista ganó el duelo a Rüdiger y envió al centro del área, donde Javi Muñoz, llegando de segunda línea, disparó al primer toque, con un leve toque del balón en Nacho antes de que acabase en la red.
Como suele ocurrir en partidos trabados, el gol cambió todo. Ancelotti tuvo que buscar soluciones en el banquillo porque su equipo estaba cayendo claramente en la trampa isleña. Un gol anulado a Carvajal por fuera de juego, rematando de volea un centro de Vinicius, pareció despertar al Madrid, que mostró nueva energía con Fede Valverde y Joselu Mato en el campo.
Vinicius recibió solo en el área un pase de Kroos pero intentó una vaselina imposible ante el gigante Valles, pero poco después no perdonó en otro balón parecido, esta vez servido por Camavinga, que el brasileño resolvió con una volea cruzada con la pierna zurda.
El partido se le empezó a hacer largo a Las Palmas. Pimienta refrescó a su equipo con los cambios para intentar sumar al menos un punto, que se le escapó a balón parado, donde ya había mostrado debilidad en el primer tiempo.
Un saque de esquina ejecutado por Toni Kroos desde el lado derecho fue rematado con gran autoridad por Tchouaméni, quien acababa de incorporarse al juego, utilizando su potencia física frente al joven Juanma Herzog.
Con la ventaja en el marcador, al Real Madrid solo le quedaba resistir durante los ocho minutos de tiempo adicional los esfuerzos finales de un valiente equipo de Las Palmas, que finalmente perdió el partido, pero con dignidad y manteniéndose fiel a su estilo de juego.