El Alzheimer es una enfermedad degenerativa que afecta al cerebro, eliminando gradualmente gradualmente la capacidad de retener la memoria y las habilidades cognitivas como pensar, recordar y razonar. Esta enfermedad suele afectar a los adultos mayores.
El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIH) nos informa en un artículo sobre el Alzheimer que, a pesar de años de investigación, aún no se han aclarado completamente las causas de esta enfermedad. Sin embargo, se han hecho avances y se han desarrollado teorías para explicar su origen. Se consideran muchos factores al intentar explicar el Alzheimer, incluyendo factores ambientales y de estilo de vida, sin olvidar que también pueden existir causas genéticas.
Este último factor suele estar asociado con el Alzheimer de inicio temprano. Sin duda, hay muchos factores que pueden causar esta enfermedad, pero en años recientes, se han encontrado similitudes en algunos estudios del Alzheimer y un patógeno que se encuentra en la periodontitis crónica, o enfermedad de las encías, este agente microbiano fue llamado Porphyomonas gingivalis. Este patógeno también fue encontrado en cerebros de personas que padecían Alzheimer.
El Dr. David Reynolds, director científico de Alzheimer’s Research UK, menciona que “Anteriormente, la bacteria P. gingivalis asociada con la enfermedad de las encías se habría encontrado en el cerebro con Alzheimer, pero aún no está claro qué papel, si es que tiene alguno, juega en el desarrollo de la enfermedad”. En resumen, aunque se han encontrado similitudes en que ambas enfermedades provocan invasión en el cerebro, aún hay más pruebas por hacer.
También se detectaron niveles altos de amiloide, esta proteína es distintiva del Alzheimer. Para esto, los investigadores llevaron a cabo un experimento en donde a cierta cantidad de ratones se les infectó con P. gingivalis y se les proporcionó un fármaco que ataca la acumulación de amiloide.
Después de años sin un nuevo medicamento contra el Alzheimer, este nuevo fármaco obtuvo buenos resultados en los ratones, y debido a este estancamiento es de suma importancia explorar todas las opciones posibles para entender cómo combatir esta enfermedad, por lo tanto, este es un buen paso hacia un futuro tratamiento para esta enfermedad degenerativa.
Descubrir esta relación es una sólida prueba de que hay una oportunidad de investigación, y si bien antes no había suficientes indicaciones para impulsar su estudio, hoy en día la casualidad se ha dejado de lado y la comunidad científica se ha puesto manos a la obra. Incluso, para reafirmar la importancia de realizar más estudios, el equipo de investigación también encontró enzimas tóxicas, gingipainas, estas sustancias son producidas por las bacterias que llegan al cerebro de una persona con Alzheimer, y se relacionan con un par de proteínas encontradas en esta enfermedad (Tau y ubiquitina).
También se ha encontrado evidencia de gingipainas tóxicas en el cerebro de personas fallecidas, pero que nunca fueron diagnosticadas con Alzheimer. Hasta ahora, nunca se ha sabido si la relación es que la demencia conduce a un cuidado bucal deficiente, o si la infección P. gingivalis produce Alzheimer.